El uso de la IA en procesos de selección: ¿Revolución tecnológica y desapego de la persona?
En muy poco tiempo algunos procesos de selección han experimentado una transformación significativa gracias al avance de esta tecnología. Al adoptar herramientas innovadoras, las empresas pueden posicionarse mejor para atraer, desarrollar y fidelizar a los mejores talentos en un mercado laboral altamente competitivo.
El caso es que ya hay empresas que analizan grandes volúmenes de datos para identificar los perfiles más adecuados para una posición concreta. Pero, una de las últimas tendencias en procesos de selección es el uso de IA en la evaluación de perfiles a través de vídeos, donde se analiza el lenguaje no verbal, el tono de voz y otros aspectos sutiles de la comunicación. Según parece, a través de algoritmos se pueden evaluar no solo las habilidades y la experiencia de una persona, sino también su ajuste cultural y su potencial de crecimiento dentro de la organización.
Explicado así parece que esta herramienta mejora la eficiencia en los procesos de selección. Pero si le damos un par de vueltas más puede llegar a plantea alguna que otra duda ética, además de preocupaciones sobre posibles sesgos algorítmicos y la pérdida de la parte humana en el proceso.
Creo que teniendo en cuenta ambas caras de la moneda, vale la pena entrar en un debate algo más detallado.
Perspectivas Favorables
Los defensores de la IA en procesos de selección argumentan que esta tecnología ofrece varios beneficios que podrían impactar positivamente.
Análisis del lenguaje no verbal
Según sus defensores, estas herramientas pueden detectar patrones de comportamiento que podrían pasar desapercibidos para cualquier persona que llevara el proceso de selección. Sutilezas en el lenguaje corporal, expresiones faciales, tono de voz… Proporcionando información valiosa sobre la confianza, la sinceridad y la adecuación cultural de la persona candidata. La IA también puede analizar la entonación y el vocabulario utilizado para evaluar su nivel de competencia comunicativa, adaptabilidad y habilidades de liderazgo.
Hay quien defiende que el análisis del lenguaje no verbal a través de la IA genera una visión más amplia de los perfiles. Esta información adicional puede ayudar a recruiters a tomar decisiones más informadas y a garantizar que las personas seleccionadas no solo sean aptas en términos técnicos, sino que también encajen culturalmente con el resto del equipo.
Todo esto ayudaría a agilizar el proceso de selección y garantizar una evaluación más imparcial de las personas que participan en él.
Análisis de competencias relevantes de manera objetiva
Los algoritmos de IA están diseñados para evaluar a las personas basándose en criterios específicos para la posición, lo que minimiza sesgos inconscientes que pueden influir en la toma de decisiones. Eliminando el sesgo humano, la IA puede promover la equidad y la diversidad al considerar a todas las personas evaluadas con igualdad de condiciones.
Además, la capacidad de la IA para detectar rasgos de personalidad y habilidades relevantes puede ayudar a descubrir aspectos concretos de la persona que podrían pasar desapercibidos en un proceso de selección tradicional.
Según sus defensores, esto permite una mejor coincidencia entre las capacidades del perfil analizado y las necesidades de la posición a cubrir.
Mejora de la experiencia durante el proceso de selección
Al automatizar ciertos aspectos del proceso, como la programación de entrevistas, se puede mejorar la experiencia de las personas candidatas al reducir tiempos de espera y proporcionar un feedback más rápido.
Desafíos y Preocupaciones
Por supuesto, también existen preocupaciones sobre el uso de la IA en los procesos de selección.
Falta de confianza en los algoritmos
En primer lugar, se cree que los algoritmos de IA pueden mantener o incluso ampliar los sesgos existentes en el proceso si no se entrenan adecuadamente con datos diversos y representativos. Esto podría acabar llevando a decisiones discriminatorias y excluyentes que podrían tener consecuencias negativas para la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo.
No solo eso. Si los algoritmos de IA se entrenan con datos de perfiles “exitosos” anteriores, pueden crearse estereotipos y limitar la diversidad al favorecer a personas que se ajustan más a un determinado perfil previamente establecido. Esto puede ser un freno en la inclusión de personas con trayectorias o estilos de comunicación diferentes pero igualmente válidos.
Por no mencionar que, la poca claridad en el funcionamiento de los algoritmos utilizados puede generar desconfianza y preocupación. Las personas que participan en el proceso pueden sentir que están siendo evaluadas de manera injusta o sesgada sin comprender cómo se toman las decisiones.
Pérdida de conexión humana
A medida que los algoritmos toman decisiones más automatizadas, se corre el riesgo de perder la empatía y el juicio humano que son fundamentales para evaluar la idoneidad cultural y el ajuste de las personas.
Aunque la IA puede analizar el lenguaje no verbal, el tono de voz y otros aspectos de la comunicación, ¿puede comprender emociones humanas y el contexto cultural en el que se desarrollan? ¿Se corre el riesgo de perder esa conexión humana y la empatía en el proceso de selección? De ser así, la IA podría malinterpretar algunos comportamientos o expresiones faciales sin tener en cuenta el contexto completo de la situación, lo que podría llevar a decisiones de contratación injustas o imprecisas.
Exclusión de soft skills
La falta de capacidad de la IA para evaluar soft skills puede ser un punto crítico en los procesos de selección.
Habilidades como la comunicación efectiva, la creatividad, la empatía, la intuición, la resolución de problemas, el trabajo en equipo y la adaptabilidad son esenciales en muchos entornos laborales. Sin embargo, estas habilidades son difíciles de medir de manera objetiva mediante algoritmos de IA, que se basan en datos cuantificables y patrones estadísticos.
Esto puede resultar en la exclusión de perfiles altamente cualificados que poseen estas habilidades pero que no las pueden demostrar de manera efectiva en un formato tradicional o en una entrevista estructurada. Como resultado, los procesos de selección basados únicamente en la IA pueden pasar por alto talentos potenciales y limitar la diversidad y la innovación.
El debate sobre el papel de la IA en los procesos de selección es complejo y podría alargarse hasta la eternidad. Si va a utilizarse como herramienta en procesos de selección es importante tener en cuenta tanto los beneficios potenciales como las posibles implicaciones éticas de su integración.
Sea como sea, lo más importante es asegurarse que se utiliza de manera responsable, garantizando que el uso de esta tecnología contribuye a un mercado laboral más justo y equitativo.