Mon HR
← volver

De la jerarquía del liderazgo a la red colaborativa y la anticipación

Montse Ortega Burgos

Description

Hace tiempo que el liderazgo dejó de ser solo cosa de jefes en despachos cerrados. Hoy, el liderazgo no va de títulos ni de organigramas, sino de influencia, visión y capacidad de adaptación. 

Pero además, para que realmente funcione en un equipo, tiene que cumplir ciertos aspectos que debemos considerar clave en la definición de “nuevo liderazgo”. 

  • El liderazgo como una red en lugar de una jerarquía, permitiendo que la toma de decisiones sea más ágil, colaborativa y efectiva.
  • El liderazgo basado en la capacidad de anticiparse al cambio, exponerse a diversidad de ideas y desafiar el status quo.

Juntas, estas dos ideas ofrecen un modelo más resiliente y adaptado a la complejidad actual.


Liderazgo en red: el fin del “porque lo digo yo”

Seguimos en una idea de liderazgo anticuada y estancada: una persona toma decisiones y las demás las ejecutan. Pero la realidad es que el mundo ya no funciona así. Los mejores equipos no dependen de una sola persona que manda, sino de un grupo de personas que trabajan juntas como una red.

¿Qué significa esto en la práctica?

  • Que debemos reemplazar las estructuras jerárquicas tradicionales por redes dinámicas y multidimensionales. En estas redes, la comunicación y la toma de decisiones no se limitan a una sola línea, sino que fluyen en múltiples direcciones, aprovechando al máximo las diversas habilidades y perspectivas de todos los miembros del equipo.
  • Que la toma de decisiones no depende solo de la persona responsable del equipo, sino de quienes realmente conocen el problema y pueden resolverlo. Al enfrentar problemas complejos y rápidos, es esencial que más personas participen activamente en la toma de decisiones. 
  • Que la comunicación tiene que fluir en todas direcciones, no solo de arriba hacia abajo. Es necesaria una comunicación abierta y transparente, donde se comparta información libremente para evitar la duplicación de esfuerzos y fomentar la colaboración. Sin olvidar la importancia de crear un ambiente de confianza y seguridad psicológica que permita a los equipos asumir riesgos y compartir ideas sin temor.

Anticiparse en vez de correr detrás del problema

Los y las grandes líderes no esperan a que las cosas pasen para reaccionar, sino que ven venir los cambios antes de que lleguen.

Hazte tres preguntas clave:
¿A qué personas y prácticas te expones? Si continuamente te rodeas de las mismas personas y haces las cosas como siempre, es difícil que veas lo que se viene. Hemos de buscar nuevas ideas, escuchar perspectivas diferentes y atrevernos a cuestionar lo que ya conocemos.

¿Qué tipo de cambios estás anticipando? No se trata solo de gestionar lo que está pasando hoy, sino de ver lo que puede pasar mañana. ¿Qué tendencias se están moviendo en tu sector? ¿Qué nuevas oportunidades pueden surgir?

¿Eres capaz de soltar lo que te llevó al éxito en el pasado? Muchas veces, lo que funcionaba antes deja de funcionar hoy. Y el problema es que nos cuesta dejarlo ir. Pero el liderazgo de verdad sabe desaprender y adaptarse cuando es necesario.


Liderar no es mandar, es inspirar y hacer que las cosas pasen

Si juntamos ambas ideas, queda claro que el liderazgo hoy es más dinámico que nunca. No es cuestión de poder, sino de propósito. No se trata de dar órdenes, sino de facilitar que las cosas sucedan de la mejor manera posible.

¿Cómo hacerlo?

✔ Olvida las estructuras rígidas y fomenta la colaboración real, donde la información fluya y la toma de decisiones sea ágil.

✔ Crea un entorno de confianza, donde la gente se atreva a tomar la iniciativa sin miedo a equivocarse.

✔ Mira siempre hacia adelante, porque lo que funciona hoy puede no funcionar mañana.

Montse Ortega Burgos

2025 © Montse Ortega Burgos · Todos los derechos reservados.